En abril aguas mil. Es lo necesario para que la economía acabas de ir bien. No por todos los sectores, pero sí por buena parte del terciario, salvo en los subsectores afectados por el cambio de hábitos de los consumidores que son suficientemente importantes.
La construcción no pasa por su mejor momento y ahora además habrá que analizar los efectos del necesario anteproyecto de ley de la vivienda que pronto se pondrá en marcha en España.
La industria manufacturera no tiene el peso para incidir de manera importante en el crecimiento económico, pues sé que molesta a muchos colegas, pero el terciario es la clave de la economía del Estado y también de Cataluña. Somos conscientes de la problemática que genera en cuanto a salarios, horarios, urbanismo, civismo, movilidad, ubicaciones, productividad y muchas más cosas, pero cuando éste funciona, significa que el consumo va bien y, en definitiva, la economía crece . Nos referimos al empleo y PIB.
En 2022 el crecimiento del PIB, por encima del 5 %, fue consecuencia de tres componentes: consumo, turismo y exportaciones. Los dos primeros corresponden íntegramente al terciario y el tercero al secundario: industria alimentaria, bienes de equipo y farmacéuticos.
Las ventas y matriculaciones de coches y, de todoterreno, van bien, duplicando los datos del pasado año. Los nuevos sistemas de pago, adquisición y uso, junto con la previsión de una buena campaña turística – alquileres de vehículos- tienen mucho que ver.
Por otro lado, el ahorro de las familias baja. Es lógico, y todo para mantener el nivel de consumo en una etapa de pérdida de poder adquisitivo debido a la inflación.
El sector servicios es el que más empleo ha creado en el primer trimestre del año; el número de afiliados a la seguridad social alcanza una cifra muy importante, el 79% del total.
El primer trimestre podríamos decir que se ha caracterizado por la inflación y las subidas de los tipos de interés -bancos centrales- ambos a nivel global. En el caso español, la inflación interanual se ha ido reduciendo, los precios de la energía a la baja, pero la subyacente supera el 15%. En este apartado ocurre lo mismo que en el resto de los países del mundo occidental. En nuestro caso, la preocupación añadida nos viene y vendrá por la sequía.
La crisis bancaria del mes de marzo ha quedado en nada. Esperamos que no rebrote, pero con bajas significativas, en general, podríamos decir que fue un problema de adaptación a una nueva situación, es decir, de tipos bajos y negativos, en préstamos y depósitos. Ahora es necesario volver al negocio de toda la vida, tanto en relación al activo como al pasivo.
El turismo internacional va bien, el vacacional en todas sus variantes, que cada día son más numerosas y el profesional, especialmente en congresos y salones especializados. En conjunto se están superando las cifras de 2019, tanto en número de visitantes como en gasto realizado. Los precios de los alojamientos tradicionales son más altos pero aceptados por parte del usuario.
La demanda turística internacional es clave para mantener un nivel de consumo que compense la pérdida de poder adquisitivo de la demanda interna y, que además permita continuar con el ritmo de crecimiento de las actividades económicas terciarias, fundamentales en el crecimiento económico y en el empleo. De todas formas, a pesar de la tasa turística, el turismo fobia continúa su camino, parece imparable, hay que ordenar y hacer frente a las externalidades negativas que incorpora y también hay que analizar la capacidad de carga de la ciudad y de sus iconos. Pero de ninguna de las maneras podemos permitirnos el lujo de dejar perder una actividad y un sector clave en la economía de las ciudades del siglo XXI.
Estamos observando cómo dentro de los presupuestos de los hogares los gastos alimenticios, tanto para consumir en casa como fuera de casa, están ganado participación, pero a la vez los gastos que se incorporaron en los últimos años, nos referimos a todas aquellas relacionadas con la telefonía móvil, el mundo del deporte y el físico, se mantienen. En definitiva, pierden participación las más tradicionales. Como es obvio, cuando hablamos de los hogares nos referimos a los que, de momento, no forman parte de los vulnerables.
Últimamente, la gran plataforma digital del comercio online nos ha hecho llegar las cifras más significativas de su negocio en el territorio del Estado. Su ritmo de crecimiento en el pasado año ha disminuido, pero la cifra de facturación, según ellos, alcanza los 6.400 millones de euros. Nos informan también de su aportación a la seguridad social, al IVA ya los municipios por las obras realizadas, etc., pero de los beneficios no tenemos ninguna noticia. Por tanto, podríamos deducir que, sin embargo, siguen teniendo pérdidas. Si éstas se confirmaran sería muy conveniente analizar por parte de las Administraciones si estamos ante un caso de competencia desleal con efectos sobre el comercio físico que opera en el territorio del Estado.
Por último diremos que la Diada de Sant Jordi ha sido un éxito, tanto por la venta de rosas rojas y libros, como por ser una aportación más a la recuperación de la marca Barcelona ya la autoestima de los que viven y trabajan en Cataluña. Recordemos que compartir para competir es nuestro eslogan. Vamos.
Santi Pagés
Economista